Cuando se produce una pérdida de hueso en los maxilares, es necesario realizar un injerto óseo para la implantación dental. Este procedimiento suele realizarse cuando se coloca un implante dental o cuando la pérdida ósea afecta negativamente a los dientes vecinos.
¿Qué es el injerto óseo?
El injerto óseo se aplica para añadir volumen y densidad a la mandíbula en zonas donde se produce reabsorción ósea (reabsorción ósea). Estos injertos pueden tomarse del propio cuerpo del paciente (autógenos) o de otro banco de tejidos humanos (aloinjertos) o de un banco de tejidos animales (xenoinjertos). En algunos casos, puede utilizarse injerto óseo sintético (aloplast).
¿Qué pacientes necesitan un injerto óseo?
Un paciente con pérdida ósea en la mandíbula suele necesitar un injerto óseo dental. Este procedimiento puede recomendarse en los siguientes casos:
- Para evitar el derretimiento tras la extracción dental
- Cuando se va a colocar un implante dental en un diente ausente
- Para reconstruir la mandíbula antes de la prótesis
- Se aplica en zonas con pérdida ósea por enfermedad gingival (periodontal).
¿Dónde están los injertos óseos según el uso previsto?
Preservación del alveolo: Este tipo de injerto, a veces denominado preservación de la cresta, se coloca en el alveolo de extracción inmediatamente después de la extracción del diente. Esto rellena el hueco dejado por el diente que falta y evita que los bordes del alveolo se hundan hacia dentro.
Reparación ósea horizontal y vertical (segmentación ósea horizontal y vertical):Debido a la desdentadura prolongada, los huesos maxilares sufren reabsorción (fusión) y, por tanto, se vuelven más delgados que antes.
Esta forma de reparación aumenta la anchura y el volumen del hueso maxilar, lo que permite que los implantes dentales sean más estables.
Elevación de los senos paranasales: Los senos maxilares, es decir, las cavidades aéreas de la región posterior del maxilar superior, se descuelgan hacia abajo debido al edentulismo prolongado, lo que imposibilita la aplicación de implantes dentales. En este caso, se extirpa el seno y se aplica injerto óseo en la zona correspondiente.
Esto crea una base sólida para la colocación de los implantes dentales.
Aplicación del injerto óseo periodontal: La periodontitis = infección inducida por la gingivitis, que es la enfermedad de las encías, funde con el tiempo el hueso maxilar que soporta los dientes.
Esto provoca un aumento de la movilidad (balanceo) de los dientes. Se coloca un injerto óseo alrededor del diente afectado para reducir la movilidad dental y proporcionar soporte a los dientes.