Las lesiones maxilofaciales y las fracturas del esqueleto facial suelen requerir una intervención quirúrgica urgente. Dado que los huesos faciales están anatómicamente relacionados con el cráneo, las lesiones en esta zona son de vital importancia.
Los huesos maxilofaciales (maxilofacial) se extienden desde la mandíbula (maxilar inferior) hasta la base del cráneo e incluyen una variedad de estructuras anatómicas importantes que proporcionan numerosas funciones diarias.
Por lo tanto, es habitual que se produzcan alteraciones de la mordida, la visión, el olfato, el gusto y la función auditiva tras muchos traumatismos maxilofaciales. Además de estos cambios, es frecuente la presencia de asimetría en la zona facial.
En las lesiones maxilofaciales pueden verse afectados muchos tejidos duros y blandos. Estas lesiones, que van desde simples fracturas dentales a graves lesiones faciales o craneales, se tratan con anestesia local (en el sillón del dentista) o general (en el quirófano del hospital) según la gravedad del caso.
Diagnóstico y tratamiento de las lesiones maxilofaciales
La evaluación de las lesiones maxilofaciales (mandíbula-facial) debe ser exhaustiva. Teniendo en cuenta que el examen clínico no es suficiente en ningún campo de la odontología, en este tipo de lesiones pueden ser necesarios exámenes radiológicos por imagen, TAC (tomografía computarizada), RMN (resonancia magnética), ecografías, así como análisis de sangre. Estas pruebas son muy importantes para el diagnóstico.
Durante el examen clínico, deben examinarse detalladamente los siguientes tejidos.
Tejidos blandos: Músculo, Nervios, Glándulas salivales, Ojo y Mucosa orofaríngea (faringe)
Tejidos duros Maxilar (mandíbula superior) – Mandíbula (mandíbula inferior) – Hueso nasal (nariz) y base del ojo
Las lesiones maxilofaciales suelen requerir una intervención quirúrgica en el hospital bajo anestesia general (sedación completa). Como tratamiento, las suturas estéticas y los adhesivos tisulares se utilizan generalmente en lesiones varoalon en tejidos blandos, mientras que en tejidos duros (huesos) se emplean placas, alambres y tornillos para acercar los huesos rotos (para restaurarlos).
A veces, las mandíbulas se conectan temporalmente entre sí con alambres o minitornillos. La unión de las mandíbulas se denomina tratamiento cerrado (tratamiento no quirúrgico) y es un tipo de tratamiento que suele utilizarse para las fracturas de la articulación mandibular. Tras el tratamiento de las lesiones maxilofaciales, se aplica un régimen especial de medicación y nutrición como en otras intervenciones quirúrgicas.